Cuidados después de un trasplante capilar: qué hacer y qué evitar

Un trasplante capilar es una inversión en tu imagen y autoestima. Después de la intervención, comienza una etapa clave: el cuidado postoperatorio, que marcará la diferencia en los resultados finales. Seguir las recomendaciones médicas no solo asegura una recuperación más rápida, sino también que el injerto de cabello crezca fuerte, saludable y definitivo.

¿Qué hacer después de un trasplante capilar?

  1. Descansar y cuidar la postura
    Durante los primeros días, lo ideal es dormir semiincorporado para evitar inflamación. Colocar dos almohadas ayuda a mantener la cabeza elevada y reducir molestias.

  2. Lavar el cabello con cuidado
    Generalmente, al tercer o cuarto día podrás realizar el primer lavado con un champú suave recomendado por tu médico. Hazlo con movimientos delicados, sin frotar ni rascar, solo dejando que el agua corra.

  3. Mantener hidratada la zona donante e implantada
    Se suelen recomendar soluciones salinas o sprays especiales para mantener la piel hidratada y favorecer la cicatrización.

  4. Seguir la medicación indicada
    Los antibióticos, antiinflamatorios y cualquier otro medicamento recetado ayudarán a evitar infecciones, molestias y a acelerar el proceso de recuperación.

  5. Acudir a los controles médicos
    Las revisiones posteriores permiten al especialista monitorear la evolución del injerto y resolver cualquier duda que surja en el proceso.

¿Qué evitar después de un trasplante capilar?

  1. No rascar ni tocar la zona implantada
    Puede ser tentador por la sensación de picor, pero tocar los injertos puede dañarlos o incluso desprenderlos.

  2. Evitar la exposición al sol
    Durante al menos el primer mes, protege tu cabeza del sol directo. Si es necesario salir, usa un gorro holgado.

  3. No realizar ejercicio intenso
    El sudor, la fricción y el aumento de la presión sanguínea pueden afectar los injertos. Se recomienda evitar actividades físicas fuertes durante las primeras 2 a 3 semanas.

  4. No fumar ni consumir alcohol
    Ambos retrasan la cicatrización y pueden afectar negativamente la supervivencia de los folículos trasplantados.

  5. No usar productos capilares agresivos
    Gel, cera, sprays o tintes deben evitarse durante los primeros meses, ya que contienen químicos que pueden irritar la piel.

El trasplante capilar no termina en el quirófano: los cuidados posteriores son igual de importantes para garantizar un resultado exitoso. Siguiendo las indicaciones médicas, en pocos meses podrás disfrutar de un cabello fuerte, natural y definitivo.

En IHC contamos con un equipo especializado que te acompaña durante todo el proceso, desde la cirugía hasta tu recuperación.

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